Fue la secretaria de Néstor Kirchner pero también su amor clandestino. Miriam Quiroga va de tribunal en tribunal repitiendo la historia de «lavado de dinero», y otros delitos, cometidos durante los Gobiernos del matrimonio Kirchner. Fue testigo de cargo de la corrupción «K» y eso, en los tiempos que corren, tiene sus riesgos. Con esta preocupación, la mujer le escribió una carta al Papa y el Pontífice le respondió: «No pierda la esperanza en tiempos de turbulencia».
«Escribí al Papa para felicitarle, contarle lo que me estaba pasando y pedirle su protección». Quiroga confesó esto en el programa detelevisión del periodista Nelson Castro. En otro espacio, el que conduce Jorge Lanata, había identificado semanas antes, al ex secretario privado de Kirchner, Daniel Muñoz, como uno de los hombres que transportaba de un lado a otro «bolsos con dinero». La ruta de esos fondos, de origen desconocido y, en su mayoría presuntamente en billetes de quinientos euros, arrancaba en el despacho del ex presidente en la Casa Rosada, de allí seguía a la Quinta de Olivos (residencia privada de los presidentes) y en ese punto la mercancía, según Quiroga, emprendía rumbo a Santa Cruz, el feudo patagónico de la familia Kirchner. Otros testigos incorporan datos de otras rutas alternativas con destino en paraísos fiscales.
«Rezo por usted»
«Me dijo que recé por él, que él estaba rezando por mi, que me mantuviera tranquila, en mesura y que él estaba en conocimiento y que no perdiera las esperanzas», recordó Quiroga anoche a Nelson Castro.
La misiva del Papa, una declaración explícita de apoyo, la leyó entera el periodista: «Señora Miriam Quiroga. Muchas gracias por su correo. Comprendo lo que me dice y me apena. Quisiera hacerle llegar la seguridad de mi cercanía y mi oración. En momentos de turbulencia, no hay que temer. El Señor siempre está cerca. Se que es difícil pero no se deje robar la esperanza. Rezo por usted. Que Jesús la bendiga y que la Virgen la cuide. Cordialmente, Francisco».F;ABC
La misiva del Papa, una declaración explícita de apoyo, la leyó entera el periodista: «Señora Miriam Quiroga. Muchas gracias por su correo. Comprendo lo que me dice y me apena. Quisiera hacerle llegar la seguridad de mi cercanía y mi oración. En momentos de turbulencia, no hay que temer. El Señor siempre está cerca. Se que es difícil pero no se deje robar la esperanza. Rezo por usted. Que Jesús la bendiga y que la Virgen la cuide. Cordialmente, Francisco».F;ABC
A pocas horas de volver a sentarse delante de un juez como testigo de una supuesta cadena de lavado de dinero, Miriam Quiroga, la exsecretaria de Néstor Kirchner habló sobre su relación con el expresidente, al que estuvo vinculada años, primero en la provincia de Santa Cruz y después en en Buenos Aires.
«Hay un hombre con un costado y un lado humano, que es con el que yo me comprometí y con el que me sumé a trabajar en este proyecto. Yo lo veía con ambición de poder y con la necesidad de acumular dinero», declaró Quiroga sobre el exmandatario argentino.
Quien fuera directora del área de Documentación de la Presidencia en el mandato 2003-2007, admitió que con el presidente tenía una «relación íntima de años» y que con él la unía «un profundo afecto y mucha admiración. Amé a un hombre que me mostró que con su pasión, siendo soñador y rebelde, pretendía cambiar la situación que vivía el país», aseguró.
Minutos después, esta declaración de amor se convirtió ante el juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Ramiro González, en su segundo testimonio en el marco de la causa que investiga una presunta asociación ilícita de funcionarios y empresarios, entre ellos Lázaro Báez, el socio de Kirchner, y Daniel Muñoz, el exsecretario del presidente quien que llevaba «bolsos con dinero» a la Casa de Gobierno para luego derivarlos a otros destinos.
Quiroga contó que Muñoz salía del despacho de Kirchner con bolsos llenos de euros y dólares que luego llevaba a la Quinta de Olivos, residencia presidencial, y desde allí a la provincia Santa Cruz, de donde son los Kirchner, a veces en avión y otras por vía terrestre en una vieja camioneta Cherokee.
Debido a las primeras declaraciones de Quiroga y a una denuncia de la diputada Elisa Carrió, el fiscal amplió la imputación en la causa contra el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta -ahora enfrentado con la viuda de Kirchner- y su sobrina y esposa de Muñoz, Carolina Pochetti. F:LaVozDeGalicia
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