Un nuevo gesto descontracturado del Papa Francisco fue retratado hoy en los medios de prensa italianos, en este caso con la custodia suiza del Vaticano, que brega por la seguridad de su santidad.
Ayer, el Papa se acercó a uno de los guardias, parado cerca suyo, y le preguntó: "¿De pie? ¿no se ha cansado?"
- "Es mi deber, Su Santidad, por su seguridad", le contestó el guardia.
- "Al menos siéntese y descanse", insistió Francisco. Pero no había caso, el hombre no accedía y tenía sus argumentos: "las reglas no lo permiten".
-“¿Las reglas?”, cuestionó el sumo pontífice.
- “Mi capitán, Su Santidad”, le explicó el agente de seguridad.
- “Bueno, pero yo soy el Papa y le pido que se siente”, le ordenó Bergoglio y le alcanzó una silla.
Momentos más tarde, apareció con un sándwich de jamón y sorprendió a todos los presentes.
"Bon apetit, hermano mío", le dijo, y se fue.
Fuente
Infobae
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