Rafael Nadal gana 6-3, 6-2 y 6-3 a David Ferrer una final competida entre tinieblas, cocida al fuego de los nervios e interrumpida cuando un espectador asalta la pista y corre hacia el mallorquín con una bengala llameándole en la mano para protestar contra el matrimonio homosexual.
Al sumar en Roland Garros su 12º trofeo de la máxima categoría, Nadal se convierte en el primer tenista que conquista ocho veces el mismo grande y celebra nueve cursos seguidos al menos un trofeo del Grand Slam. Por encima de las medallas que adornan su impresionante currículo, queda la homérica odisea de un campeón como no habrá otro, capaz de triunfar en junio pese a que en enero aún penaba una lesión en la rodilla izquierda.
-->
No hay comentarios:
Publicar un comentario