A poco más de un mes de haber tomado posesión Nicolás Maduro en la Presidencia de Venezuela, el apoyo de su partido pareciera que se está atomizando, producto de las luchas internas por el control de espacios de poder como las instituciones económicas, la fracción de diputados en la Asamblea Nacional (Congreso) y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Luego de que dirigentes de la oposición divulgaran al país el audio de una conversación entre un presentador de la televisora estatal, Mario Silva, y el oficial cubano Aramis Palacio, coordinador del servicio de inteligencia de Cuba (G-2) en Caracas, se desató una gran polémica entre los seguidores del proyecto bolivariano y sus líderes más emblemáticos.
El pulseo de fuerzas es entre Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, para muchos analistas el “hombre fuerte” de la revolución bolivariana, al manejar a sectores importantes del ejército y buena parte del tejido empresarial surgido en 14 años del proceso bolivariano.
En el audio, Mario Silva advierte que la revolución podría perderse “de seguir usando el sistema electoral burgués (…) yo le decía al comandante (en alusión a Fidel Castro) que cómo era posible que Chávez todavía permitiera elecciones con este sistema”.
El presentador, del ala radical comunista del partido de gobierno, acusó a Diosdado Cabello de conspirar contra Maduro, para asumir el poder, al tiempo que admitió que los cientos de miles de petrodólares que ingresan a Venezuela se esfuman en manos de corruptos.
Según Silva, Cabello es el líder de una red de corrupción sin precedentes en el país y que puede afectar a los intereses del régimen de La Habana en Venezuela.
El denunciante, el diputado opositor Ismael García, exigió a la Fiscalía General de la República una investigación a Silva y a Cabello y anunció la divulgación de un nuevo video, en donde supuestamente se conocerían “muchas verdades de la enfermedad y de la causa de la muerte del presidente Chávez”, explicó el parlamentario a la prensa local.
Por su parte, el presidente Maduro calificó “de basura, traidor, desclasado y sin moral” al diputado García y lo acusó de preparar un montaje para atacar a su gobierno.
“Hay una guerra psicológica para tratar de destruir la revolución bolivariana, para dividirla, para tratar de lograr algo que no han logrado ni lograrán, desmoralizar, quitarle fuerza a la combatividad de un pueblo que está construyendo patria”, dijo Maduro durante la semana.
Entretanto, Diosdado Cabello reveló en su cuenta de twitter que “he navegado bajo tormentas más de 14 años y tuve al mejor maestro para vencer (Chávez) (…) la oposición alimenta sus esperanzas en que los chavistas estamos divididos entonces larga vida a la revolución, hoy más unidos que nunca”.
En la prensa local se informó que el oficial cubano, Aramis Palacios, experto en contrainteligencia, ya salió de Caracas.
Mario Silva aseguró que la grabación difundida el lunes fue un montaje elaborado por la CIA y el Mosad de Israel, para desprestigiar al Gobierno. Anunció que su programa La Hojilla saldría del aire por unos días, debido a que presenta complicaciones de salud. No obstante, dijo en un tuit que hoy lunes podría retomar su espacio en la televisora del Gobierno.
Pugnas internas
“Lo único claro en la Venezuela de hoy en día es la orfandad de liderazgo entre los seguidores del partido de gobierno. Nadie respeta a Maduro, quien tiene que lidiar con la crisis económica y social que sacude al país y que cada día lo hace más impopular. Tampoco ha logrado convencer a más de la mitad del país que ganó las elecciones. Esta filtración de la confesión de Mario Silva complica más la cosas para un Gobierno frágil”.
Así lo declaró a El Nuevo Día el vicealmirante Rafael Huizi Clavier, viceministro de la Defensa a finales de los 90, justo antes del arribo de Hugo Chávez al poder.
Explicó que “la información va dirigida a los sectores del chavismo quienes no daban crédito a la penetración cubana no solo en nuestras Fuerzas Armadas sino en ámbitos de poder como en los ministerios de la economía, en los servicios de notarías y en registros públicos”.
Dijo que “la estrategia de los cubanos es pasar por desapercibidos, al crear sus redes de inteligencia y contrainteligencia; no es cierto que tengan un papel abierto y beligerante entre nuestros oficiales, la actuación es silente, pero eficaz. Esto genera rechazo en la gran mayoría de los oficiales y en la tropa. La situación en los cuarteles no es fácil, por eso los líderes de los comandos y del Ministerio de la Defensa son del ala radical castrista”.
Explicó que “los oficiales venezolanos no son un estanco separado de la sociedad, también pagan más mes a mes por la comida, se les va la luz en sus casas, no tienen armamento y entrenamiento y saben que la corrupción está acabando con el país”.
Otro analista, el politólogo Ángel Álvarez, advierte que “es evidente la enorme fractura entre el chavismo, en donde no hay un líder único e imprescindible como se definía a Chávez. Solo él nucleaba al abanico de facciones que convivían bajo su mandato. En este caso, el afectado es Diosdado Cabello, quien también fue cuestionado por su partido al permitir la golpiza que sufrieron varios diputados de oposición en la Asamblea Nacional que él preside. Estará bajo perfil un tiempo pero no creo que desaparezca de la escena”.
Advierte que “el dilema para Maduro es empezar a gobernar. El país está paralizado”.
“No hay un solo dólar –añade– circulando en la economía, la inflación y la escasez ahoga a los venezolanos y el tema de su legitimidad como mandatario electo aún está latente. El Tribunal Supremo no ha dado respuestas a la impugnación de las elecciones hecha por Henrique Capriles; ni la rechaza ni la admite. ¿Hasta cuándo se podrá soportar esta situación? Eso nadie lo sabe porque los países siguen, no mueren pero se empobrecen cada día más y sus ciudadanos pierden calidad de vida”.
Insiste el también docente universitario que “Maduro ha estado reuniéndose con empresarios y con dueños de medios de comunicación; sabe que debe tener puentes para ganar peso político”.
“La herencia que dejó Chávez no está totalmente en sus manos: ni Petróleos de Venezuela, el Banco Central o la Fuerza Armada”.
Álvarez asegura que en Venezuela no habrá un pronunciamiento militar “clásico como un golpe de Estado”.
“Si persiste la crisis institucional y económica y si los factores políticos buscan una salida constitucional como un revocatorio al mandato de Maduro o un juicio en el Tribunal Supremo, la Fuerza Armada, como factor de poder y de opinión, apoyarían alguna alternativa”, agrega. “Esto ya pasó en Venezuela, cuando en 1993 la extinta Corte Suprema de Justicia destituyó al presidente Carlos Andrés Pérez por corrupto”.
Otra opinión maneja el politólogo Nicmer Evans, de tendencia oficialista, quien dijo el viernes, a través del portal chavista aporrea.org, que de no llevar a cabo una investigación alrededor de la grabación de Mario Silva “se podría propinar un terrible golpe moral a la militancia que ya se encuentra profundamente perturbada, no solo por la muerte del comandante Chávez, sino por la direccionalidad de algunas acciones que ha tomado la conducción del proceso revolucionario”.
Evans sostuvo que de ser cierto (el contenido del audio) el escenario “es aún más complejo”, ya que se trataría de “elementos probatorios de una serie de irregularidades que pondrían en tela de juicio la ética política en la conducción de la nueva etapa del proceso revolucionario”.Fuente:Noticias24
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