El régimen chavista presidido por Nicolás Maduro es cada vez más difaavistícil de defender para las complacientes democracias de América Latina, ante los salvajes ataques emprendidos contra los líderes de la oposición y una ola represiva que fortalece la noción de que cometió fraude en las elecciones presidenciales de abril, dijeron diplomáticos estadounidenses.
Expertos consultados dijeron que las violaciones cometidas por el régimen madurista en Venezuela debieron haber propiciado hace ya tiempo la activación de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Entre las personas que comparten esta opinión está uno de los principales arquitectos de la carta, el ex embajador estadounidense ante la OEA Luis Lauredo.
“La carta fue diseñada para hacerle frente a actitudes antidemocráticas sutiles por parte de los gobiernos. No hay nada de sutil en lo que está ocurriendo en Venezuela. Si no es aplicable aquí, no es aplicable en ningún caso”, dijo Lauredo, un diplomático del Partido Demócrata que fue nombrado en la OEA por el ex presidente Bill Clinton.
“Hace ya tiempo que se debió haber activado. La carta se escribió específicamente con una gran visión de hacer uso de una diplomacia proactiva y preventiva. Específicamente se sabía que gente elegida democráticamente podía gobernar de manera no democrática. Y la carta fue diseñada precisamente para combatir eso”, agregó.
Pero en el caso de Venezuela es incluso peor, ante las sospechas de que Maduro se robó las elecciones en las que compitió contra el líder de la oposición Henrique Capriles, en unos reñidos comicios supervisado por un Consejo Nacional Electoral (CNE) controlado por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.
La denuncia del fraude fue presentada por el propio Capriles, quien actualmente impugna la elección ante un sistema judicial venezolano también controlado por el chavismo.
Roger Noriega, quien reemplazó a Lauredo en la OEA como embajador de Estados Unidos, dijo el fin de semana en un artículo de opinión que Maduro ganó gracias a la manipulación de los resultados en una victoria que en una elección limpia y transparente le hubiera correspondido a Capriles.
El resultado anunciado por el CNE, que declaró a Maduro ganador por un margen de 50.6 por ciento a su favor frente al 49.1 por ciento de Capriles, fue obtenido ilegítimamente a través de una sofisticada maquinaria dirigida por asesores cubanos que distorsionaron los comicios, brindando un resultado que no está acorde con la voluntad popular, escribió Noriega citando documentos internos del chavismo que delinean dicha operación.
Documentos obtenidos por El Nuevo Herald también respaldan la existencia de dicha red, que aunado al ventajismo oficial imposibilitan la realización de elecciones justas en Venezuela.
ACTITUD ANTIDEMOCRATICA
Pero el cuestionamiento de los resultados es acompañada por la actitud antidemocrática emprendida por el régimen bolivariano para tratar de silenciar los gritos de que cometió fraude, al emprender una ola de actitudes que han despertado la incredulidad alrededor del mundo y que ha elevado el costo político de defender al chavismo.
Fuente
ElNuevoHerald
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