Lo que empezó como un comentario pintoresco poco después se interpretó como una ofensa. Vía redes sociales detonó el descontento hacia el presidente Nicolás Maduro, quien justificó las agresiones a diputados opositores, asociando el origen humilde de los agresores con las lesiones. Eso ocurrió el 3 de mayo. "Ustedes saben que nuestros diputados vienen de barrios, de la calle, y mueven las manos muy rápido", dijo el mandatario, lo que desencadenó un sinfín de reacciones, avivadas por Jesús “Chuo” Torrealba, representante de la asociación civil Radar de los Barrios.
Para el comunicador popular, las palabras de Maduro tienen una segunda lectura que deja entrever un prejuicio clasista que debe ser desmitificado y rechazado por todos los sectores de la sociedad. Por eso reprodujo vía Twitter el contenido de su columna publicada el domingo en el diario La Voz, titulada “Respete el barrio, señor Maduro”.
Con la ayuda de los criminólogos Fermín Mármol García y Javier Gorriño desarrolló su planteamiento, apoyado en indicadores sociales. “Mientras que en los barrios de Venezuela viven 16,2 millones de personas, hay 180.000 delincuentes. Si bien es una cantidad grande, es una proporción modesta. ¿Qué quiere decir eso? Que 98,9% de las personas que viven en barrios es gente de trabajo, honesta y decente”, argumentó Chuo Torrealba.
Catarsis colectiva. Una vez divulgado el mensaje, se produjo un sinfín de respuestas de usuarios en Twitter que también condenaron las golpizas a María Corina Machado, Dinorah Figuera, Julio Borges y otros diputados. Andrés Orellana hizo lo propio a través de su cuenta personal @andres1orellana, en la que tuiteó: “Padre de las montañas de Lara, PhD; Madre del barrio El Pantano, maestra. Sus hijos universitarios. Yo, piloto aviador”.
Ana Tarazona también respondió, desde su tribuna de 140 caracteres, al planteamiento de Maduro: “Somos tres hijos: un sacerdote y dos educadores; nuestros padres un motorizado y una vendedora de empanadas. No somos burgueses”, dijo en su canal @anatarazona1. Como ellos, Mary Serrano también escribió su opinión: “Mi papá es obrero textilero, mi mamá limpia y plancha en casa ajena, 4 hijos todos profesionales incluyendo militar. No soy burgués”.
Pero hay más. No sólo el Presidente simplificó la agresión a los diputados opositores. En entrevista con Globovisión, el gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, consideró normal que en ocasiones la Asamblea Nacional se convierta en un ring de boxeo. Dijo que es preferible que eso ocurra en el hemiciclo y no en la calle. “Esa observación es gravísima, no sólo porque viene de un destacado dirigente político, sino además porque es un educador. Y un maestro sabe la responsabilidad pedagógica del liderazgo”, añade Jesús Torrealba, quien exhorta al cese de la polarización.
“Está demasiado claro que el pueblo venezolano no quiere la violencia como mecanismo de resolución de conflictos. Recordemos que cuando la muerte del presidente Chávez vimos a medio país llorando su partida, disciplinados y de pie, sin fomentar la violencia. Mientras otro país que no apoyaba su gestión acompañó desde el recogimiento y el respeto”.Fuente:ElNacional
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