El candidato presidencial oficialista Nicolás Maduro, favorito para ganar las elecciones de mañana en Venezuela, cree que no llegará el día en que la oposición gobierne su país “en el siglo XXI”. En conversación con el diario brasileño Folha de S. Paulo, este ex conductor de buses y ex diputado destaca el legado del fallecido Presidente Hugo Chávez.
¿Cómo será el chavismo sin Chávez de hoy?
El Presidente Chávez fundó un movimiento revolucionario y de masas en Venezuela. Le dio una ideología y una Constitución. Nos dotó de un cuerpo de doctrinas y principios. Nos dejó un testamento político, el programa de la patria, con objetivos de corto, mediano y largo plazos. Promueve un nivel de participación y protagonismo de las grandes mayorías como nunca antes visto en Venezuela. Estamos dispuestos a seguir haciendo la revolución.
El 44% de los venezolanos que votaron por la oposición en las elecciones presidenciales de 2012 no está de acuerdo con ese proyecto. ¿Y si, ahora o en el mediano plazo, ustedes pierden una elección?
Aceptamos todas las elecciones que perdimos. Venezuela cuenta con alcaldes y gobernadores de oposición. La oposición tiene el 40% del Parlamento. Si alguna vez gana, cosa que dudo que pase en el siglo XXI, bien, asumirá la Presidencia del país. Tendría que ver qué hacer con el país. Venezuela tiene un pueblo consciente y los cimientos sólidos de un país independiente en vías al socialismo.
Los canales privados de TV hacen campaña por el candidato opositor, Henrique Capriles. Y los canales estatales hacen campaña por usted. Los canales públicos son de todos. ¿No debieran ser neutrales?
Los canales públicos, en una revolución como la que estamos viviendo en Venezuela, tienen que formar a la gente, educar a la gente, prepararla para esa revolución. Tienen que salir defendiendo la verdad frente a una dictadura mediática que promovió un golpe de Estado (en 2002, contra Chávez). Fue el primer golpe de Estado dado por canales de TV. Es necesario buscar una lectura más cercana de lo que está ocurriendo en Venezuela. Las cadenas públicas han sido un contrapeso necesario y son un pilar fundamental para estabilizar a la sociedad. Si hubiesen desaparecido en los últimos seis años, habría una guerra civil. Los canales privados nos habrían llevado a una guerra de todos contra todos.
Globovisión, emisora privada opositora, está siendo vendida a un empresario amigo del gobierno. Así, es posible que casi todos los medios de comunicación sean proclives al gobierno.
Nos enteramos por la prensa de que Globovisión se vendía. Se trata de una negociación entre empresarios amigos. Es su problema, de verdad. Hay que ver cómo termina. Quizás el mensaje más poderoso de la venta de Globovisión es que ellos saben que están perdiendo. Simplemente, Globovisión jugó para derrocar al gobierno y ha fracasado. Y el fracaso político y de comunicación los llevó a un fracaso económico. Ellos dicen que están quebrados. Y, simplemente, están separados de la sociedad. Saben que vamos a gobernar este país por muchos años, la revolución continúa. Creo que ya están cansados. Se cansaron y se rindieron.
Capriles dice que no tiene acceso a las radios porque aquellas que se abren a la oposición son perseguidas. ¿No es importante que las voces divergentes tengan espacio?
Bien, pero ellos tienen el 80% de los medios de comunicación. Usted va ahora mismo a cualquier lugar de Barinas y compra los diarios, verá que son privados y contrarios al gobierno. Los canales regionales, las radios, el 80% y 90% de ellos son contrarios al gobierno. Hacen su negocio, venden su producto. Ellos (los opositores) tienen todos los medios, nosotros sólo uno: la conciencia popular, que los derrota todos los días. Mientras más veneno entregan, las personas más reaccionan. Usted puede caminar por cualquier lugar de Caracas; va a encontrar un pueblo con conciencia. ¿Cómo se gestó aquello? Con el liderazgo del Presidente Chávez, que era un pedagogo, salía a la calle, hablaba, formaba a las personas.
¿Hay en Venezuela un culto a la personalidad de Chávez?
No hubo en vida y ahora lo que hay es amor. Culto al amor, un agradecimiento del pueblo a un líder que ya está siendo llamado en América el Cristo Redentor de los pobres. Un hombre que trascendió nuestras fronteras.
En un continente como América Latina, con historia de golpes militares, ¿no sería mejor que las Fuerzas Armadas estuviesen distanciadas del proceso político?
Tenemos unas Fuerzas Armadas que rescataron los valores de Simón Bolívar, que tienen una doctrina antiimperialista y anticolonial, latinoamericana, propia. Usted sabe que EE.UU. se comporta como un vampiro sediento, buscando las riquezas petroleras y los recursos naturales del mundo con guerras, invasiones. Nuestras FF.AA. tienen ahora una doctrina de defensa integral del país con las mayores reservas petroleras del mundo.
El gobierno del ex Presidente Lula disminuyó la pobreza, pero nunca habló de cambiar las estructuras capitalistas de la sociedad brasileña, tal como predicaba Chávez en Venezuela. ¿Qué piensa usted de cuando colocan al lulismo en contraposición del chavismo?
Cada país tiene su propio ritmo. Fui testigo de al menos 14 reuniones entre el Presidente Lula con el Presidente Chávez. Y te puedo decir que eran dos hermanos. Los dos se entendían perfectamente. Y ambos sabían que tanto lo que Lula hacía, como un gran líder de Brasil, como lo que Chávez hacía aquí era parte de un sólo proceso de liberación de América Latina.
Capriles dice que su modelo es Lula.
Para la derecha, eso se ve muy mal... Para una derecha que nunca ha trabajado, queda muy mal el ponerse “lado a lado” con Lula. Lula ganó trabajando en los hornos de la lucha, de la historia.
Durante el gobierno de Chávez, la presencia del Estado avanzó. Pero el sector privado aún representa el 58% de la economía. De salir victoriosos, ¿estatizarán más empresas? ¿Hasta dónde llega lo que llaman “socialismo del siglo XXI”?
El “socialismo del siglo XXI” es diverso. Tiene sus particularidades y raíces en la dinámica de cada país. Cada uno tiene sus realidades. Y no podemos decir que hay más o menos socialismo, porque el nuestro, el boliviano, el ecuatoriano, el nicaragüense o el cubano no se parecen a las experiencias de la antigua Unión Soviética o de Rumania.
¿Cree posible el socialismo por la vía democrática, como Salvador Allende, quien lo intentó sin éxito?
Hasta ahora, sí, creo que es posible. Creo incluso que, a menos que en el imperio estadounidense se vuelvan locos y nos quieran derrocar por la fuerza o invadir, el camino de la democracia venezolana seguirá siendo de amplias libertades y transformaciones pacíficas, que son las que dejan raíces.
Se considera que hoy la economía es una mala herencia de Chávez. La inflación es alta. Hay cierto nivel de desabastecimiento, de un 20%, además de una gran dependencia del petróleo. ¿Habrá ajustes?
El 22 de febrero hablamos durante cinco horas con el Presidente Chávez sobre temas económicos. El dijo: “Mira, Nicolás. Estamos en una guerra económica”. Porque, con la enfermedad del presidente, los intereses económicos nacionales e internacionales se lanzarán a desabastecer de productos, a especular con los precios y el valor del dólar. Ellos creían que tendría lugar una hecatombe económica, que llevaría a una explosión social y a una desestabilización política. Nos estamos enfrentando. Le vamos a doblar la mano al dólar paralelo.
¿Y quien dijo la inflación?
Es un problema del funcionamiento especulativo del capital. En los 14 años previos al Presidente Chávez, la inflación fue de un 34%. En los 14 años con él, bajó a un 22%. Queremos que baje a la mitad en los próximos 10 años. Ojalá podamos llegar a un dígito.
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